¡PREPARAR, INICIAR Y DESARROLLAR GUERRAS POPULARES EN CADA PAIS!

“América Latina tiene importancia también en el mundo, la cumplirá si es que coge la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva adelante guerras populares dentro de la revolución mundial”.

La entrevista con el Presidente Gonzalo. Julio, 1988

El Partido Comunista de Chile, en reconstitución desde el 2009, saluda a los asistentes a la I Conferencia Latinoamericana, que por ser la primera en América Latina, debe tener un carácter preparatorio. José Carlos Mariátegui, gran comunista latinoamericano, señala que la preparación, el estudio de los problemas, exige colaboración y por tanto disciplina; que la colaboración y la disciplina son consecuencia de una posición común; y que, “no sólo es natural sino necesario que se junten únicamente los afines”, porque “la heterogeneidad es enemiga de la cooperación” y que “no se trata de inaugurar una tribuna de polémica bizantina sino de forjar un instrumento de trabajo positivo y orgánico”. En síntesis planteamos, una Conferencia preparatoria de los trabajos de carácter internacional que específicamente competen a la realidad latinoamericana.

El contexto internacional en el que se desarrolla la presente Conferencia, es de agudización de las tres contradicciones fundamentales manteniéndose como principal la contradicción entre las naciones oprimidas y el imperialismo. Las tres superpotencias, EU, Rusia y China, con sus respectivos aliados en las potencias del segundo mundo, sostienen guerras inter-imperialistas de reparto, parciales y focalizadas (Siria, Irak, Irán, Yemen), como parte de un proceso de preparación para un tercer conflicto mundial. Esta preparación les llevará además, a incorporar economías de guerra en sus colonias y semicolonias y en sus propios países, lo que impulsará aún más el movimiento proletario internacional (MPI) y el movimiento de liberación nacional (MLN); y por ello hoy los imperialistas necesitan reajustar sus Estados reaccionarios y los de las naciones que oprimen, hacia el verticalismo y la corporativización, es decir, hacia el fascismo aunque en diversos grados. Por otro lado, están utilizando al oportunismo y al revisionismo como agentes infiltrados en las masas populares para detener y aniquilar las guerras populares, luchas armadas y protestas populares, o prevenirlas donde aún no se dan. Como lo señala Lenin son las superpotencias jóvenes, como actualmente son Rusia y China, las más agresivas en esta preparación, tal como se puede ver en sus ofensivas financieras, en su propaganda anti-norteamericana, en el uso de los falsos partidos comunistas y de los iconos del viejo revisionismo (guevarismo, castrismo, bolivarianismo, allendismo) y en la incorporación del nuevo revisionismo, los falsos ‘maoístas’, a esta recua de rastreros lacayos.
Del lado de los pueblos del mundo, nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución mundial contra el imperialismo, la reacción mundial y el revisionismo. Dentro de esta, se desenvuelve una creciente marea revolucionaria cuya perspectiva necesaria e inevitable por tanto, es el incremento de las protestas populares, luchas armadas y lo que es principal, guerras populares. No estamos en repliegue o en estancamiento como afirma el nuevo revisionismo que se dice maoísta. Las dificultades en la situación internacional son dificultades de desarrollo y no de estancamiento. Es la contrarrevolución mundial la que se está pudriendo en medio de su crisis que no es solo económica o comercial, es crisis general en todos los planos de la sociedad; crisis que sin embargo no es suficiente, siendo necesaria la revolución mundial para su sepultamiento final. En consecuencia, el periodo actual es de lucha contra las tres superpotencias, sus aliados del segundo mundo y sus títeres, el viejo y nuevo revisionismo. En este periodo nos rige el principio marxista fundamental de que el imperialismo es un tigre de papel y es el pueblo el realmente poderoso. Bajo este principio, la convocatoria actual es: unir al proletariado y naciones oprimidas en la lucha contra las tres superpotencias y las potencias imperialistas. Esta convocatoria se especifica en tres situaciones:

 
Esta convocatoria corresponde a la estrategia de la revolución mundial; la base de ésta estrategia es la fusión del MLN con el MPI en torno al marxismo leninismo maoísmo como mando y guía de toda revolución. Esta fusión comienza con que los partidos comunistas, partidos del proletariado, dirijan la revolución democrático-nacional en las naciones oprimidas, revoluciones que forman el MLN. Por eso es necesario reconstituir o generar partidos comunistas capaces de iniciar y desarrollar guerras populares para conquistar el poder y defenderlo. Este es el valor estratégico de la reconstitución; oponerse a ella o demorar su implementación, es oponerse a la revolución mundial. La reconstitución requiere aplicar el marxismo leninismo maoísmo, desarrollándolo en la forja de un pensamiento guía en cada país, aplicarlo aplastando al revisionismo viejo y nuevo, y a las convergencias con ellos, en tres niveles: en las masas populares, en los partidos comunistas y principalmente en las direcciones de los partidos comunistas.

¿Qué problemas se presentan en América Latina? Constituida por naciones incompletas, por “naciones en formación” como lo constató Mariátegui; realidad que persiste y se presenta como consecuencia de que no se produjeron las revoluciones burguesas que tendrían que haber destruido la feudalidad heredada de la colonia y además porque el dominio extranjero hoy imperialista, entraba el desarrollo nacional. Por tanto en toda América Latina existen tres problemas fundamentales: La semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo burocrático, tres problemas que se presentan según las especificaciones de cada país latinoamericano. Este es el camino imperialista, el camino del capitalismo burocrático bajo el cual viven bajo opresión y explotación, 700 millones de latinoamericanos. Terratenientes y gran burguesía, son las clases que aplican los planes imperialistas, a través de sus viejos Estados, con sus partidos y gobiernos ‘democráticos’ o ‘socialistas’, de facto o fascistas, explotando y oprimiendo al proletariado, al campesinado y a la pequeña burguesía de cada país latinoamericano y oprimiendo a sus respectivas burguesías nacionales. La gran burguesía y los terratenientes de los distintos países de América Latina, durante décadas recibieron beneficio del capitalismo burocrático, engordaron, unas más que otras, y las más comienzan a soñar con hegemonizar el continente para servir mejor a sus amos imperialistas. Esto es así porque el capitalismo burocrático siendo engendro del imperialismo es también un capitalismo monopolista, parasitario y agonizante, con capacidad de exportar capitales, pero además dominado por el imperialismo y vinculado con los terratenientes feudales. Así el desarrollo del capitalismo burocrático, ha devenido en un grupillo de grandes burgueses que compiten por la hegemonía comercial en el continente, es el caso por ejemplo, de las inversiones de grupos económicos chilenos o peruanos o brasileños en otros países del continente. Han levantado “plataformas de inversión” libres de impuestos y restricciones, en las que se asientan los monopolios extranjeros para invertir en el resto del continente; una de estas plataformas fue organizada en Chile desde el año 2000 por el agente imperialista y rábula Ricardo Lagos. Pero el capitalismo burocrático no puede sobrevivir sin el capital imperialista que lo creó y lo alimenta, por eso su lucha por la hegemonía regional es indesligable de su rastrera disposición a servir a una u otra potencia imperialista. Esta pugna por la hegemonía regional es reflejo de la pugna interimperialista mundial. En la actualidad Rusia y China, han ingresado al continente con créditos baratos, financiando o hasta regalando proyectos, y vendiendo armas y logística militar. Estas superpotencias se están presentando como la “izquierda actual”, frente a la “derecha fascista” que es como le llaman a Estados Unidos, en su afán de reeditar los viejos métodos del social-imperialismo soviético, financiando organizaciones revisionistas (los falsos PC y los falsos ‘maoístas’) y utilizando iconos del tercerismo pequeño burgués en una campaña contrarrevolucionaria rusa y china que está iniciándose en el continente.
En oposición al camino burocrático del imperialismo, se desarrolla en el continente el camino democrático de las masas populares constituidas por un proletariado y demás trabajadores, que junto a una acrecentada pequeña burguesía están concentrados en grandes masas de una o dos grandes ciudades de cada país; y por un campesinado que predomina como la fuerza principal de las revoluciones democrático-nacionales que bajo la dirección de los Partidos Comunistas del proletariado latinoamericano, destruirán la semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo burocrático en el continente, las que una vez cumplidas pasaran sin interrupción a una segunda etapa, de revoluciones socialistas y dentro de estas, las revoluciones culturales, con rumbo al comunismo.

¿Cuál es la situación en Chile? En nuestro país semifeudal, semicolonial y con capitalismo burocrático, el gobierno de Piñera, pro imperialista, demoliberal y con más crecientes rasgos fascistas, continúa la profundización de un conjunto de medidas que se resumen en:

Continúan los acuerdos e inversiones mixtas entre monopolios estatales y no estatales. La pugna entre la nueva gran burguesía generada durante el régimen militar (los pinochetistas), y la vieja gran burguesía aristocrática no ha terminado. Los rasgos fascistas se expresan en puntuales aplicaciones como son la corporativización de las universidades estatales o tradicionales, el nuevo código del trabajo, el proyecto de reglamentación de la toma de tierras por el campesinado mapuche y la nueva reforma del poder judicial y de las instituciones policiales. El viejo Estado esta combinando la represión abierta contra las acciones de masas, con una represión selectiva, que va desde violentos allanamientos hasta asesinatos de dirigentes y activistas de la masa, haciéndolos aparecer como suicidios (Macarena Valdés o Alejandro Castro en Quinteros), como errores del personal policial (Camilo Catrillanca) o como defensa propia ejercida por terratenientes (caso del c. Luis Marileo). Complemento de esta represión sanguinaria, es la siniestra labor del oportunismo y del viejo revisionismo de Teiller y cía. encargados de adormecer las huelgas en la ciudad, y en el caso del campo, la actividad siniestra del oportunismo de Huilcaman, Llaitul, Santos Millao, Cariqueo, convertidos en sirvientes de las clases explotadoras y del imperialismo. Toda esta podre contrarrevolucionaria, solo puede ser frenada y aniquilada por la revolución, y ésta necesita de un Partido Comunista que la conduzca, Partido que hoy requiere ser reconstituido, rescatándolo de las fauces del revisionismo. Nuestro problema es por tanto, la especificación de la reconstitución en nuestro país.

¿Cómo entendemos el problema de la reconstitución?
Partimos de los planteamientos del camarada Gonzalo sobre la reconstitución en el Perú, en los que se aprecia el principio marxista de construcción.
“Retomar el Camino de Mariátegui es Reconstituir el Partido Comunista, su Partido; es trabajar por su construcción ideológico-política, desarrollando los fundamentos que le diera su fundador y es, simultáneamente, pugnar por su construcción organizativa reajustando lo orgánico a lo político. Reconstituir el Partido es hoy, en síntesis, impulsar su reconstitución Retomando a Mariátegui y apuntando al desarrollo de la guerra popular.”
Retomemos a Mariátegui y Reconstituyamos su Partido”. PCP. 1975

En la lucha de clases de todo país se forja un sistema de ideas democrático, el cual a través de un proceso histórico, siempre deriva en una comprensión marxista de la realidad. En nuestro caso este sistema de ideas democrático cuajó en el conjunto de “las ideas marxistas leninistas de Recabarren” que por su muerte prematura no pudo desarrollarlas hacia una línea política general, como si lo hizo Mariátegui en el Perú. Las ideas marxistas de Recabarren que sirvieron de guía en el desarrollo inicial del partido, fueron reemplazadas por la línea burguesa del revisionismo electorero, el cual ya desde 1925 planteaba aliarse a un sector de las FFAA reaccionarias en apoyo al demoliberal Arturo Alessandri, posteriormente en su IX Conferencia Nacional de 1933, acordaron la legalización del partido y su intervención en frentes amplios electorales; en su XVI congreso de 1962 acordaron las “tres pacíficas y los dos todos” del revisionista Jruschov, acusando de “infantilismo” al Pensamiento Mao Tse-Tung; y en su XVII congreso de 1965, después de expulsar al grupo Espartaco que adhería al pensamiento Mao Tse-Tung, acordaron alianzas con el centro electoral, sellando vínculos con la DC. Frente a este derrotero de traición del revisionismo, similar al de los demás países del continente, no correspondía fundar otro partido como lo hizo el PCR, negando todo el proceso anterior de la revolución democrático nacional iniciada en 1922. Lo que correspondía y corresponde es aplastar esa línea revisionista burguesa retomando las ideas marxistas de Recabarren y desarrollarlas bajo la guía del maoísmo. El segundo problema que se presentaba es cómo aplicar la reconstitución. A diferencia de la experiencia peruana, nosotros no recurrimos a la tesis de la “fracción roja”, porque desde mediados de los años 60, en el partido comunista no quedaba nada de Recabarren, consolidándose en su condición de partido burgués con el agregado de adoptar bajo membrete de “socialismo” las posiciones social-corporativistas del gobierno de Allende.
Desde el 2009, aplicamos la reconstitución como “conformación y desarrollo de partidos comunistas”, basándonos en el siguiente planteamiento del c. Gonzalo:
 “La conformación y desarrollo de partidos comunistas es tarea urgente y no hay razón para que no se conformen en Partido, el problema no es de número sino de calidad, recordemos el glorioso ejemplo de Marx y Engels, al comienzo no eran sino dos, luego el PCUS comprendía muy pocos miembros, el PCCH también; mucho tiempo se pierde en discusiones que obstaculizan la formación de partidos, no es lo mismo ser organización que Partido, al fin y al cabo el problema es de ideología y de brega indeclinable, el resto es tiempo. También los partidos comunistas tienen que prestar atención a su militarización, basándose en principios ineludibles aplicarla para que permita al Partido desarrollar la guerra popular porque a través de las armas se transforma el mundo, así fue en la URSS, así también en China”.
Preparación del II pleno. PCP. 1990

Sinteticemos citando palabras del c. Gonzalo:
“Conformar y desarrollar partido comunista”. Es tarea urgente. No hay razón para no conformar Partido

¿Cómo conformar Partido? Encontramos un esquema en las palabras del c. Gonzalo:

-     Base:        “Principios ineludibles”.
-     Directriz: “Aplicarlos para desarrollar la guerra popular”.
-     Centro:    “A través de las armas se transforma el mundo”.
-     Meta:       El poder.

Aquí también está el principio marxista de la construcción. En síntesis para nosotros la reconstitución del Partido Comunista significa el aplastamiento del revisionismo y la aplicación del principio marxista de la construcción partidaria, en función de preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular. Dentro de la construcción partidaria, la construcción ideológico-política tiene como centro enarbolar y desarrollar las ideas marxistas de Recabarren, bajo la guía del maoísmo, apuntando a completar la línea política general de la revolución chilena; y la construcción organizativa tiene como centro el reajuste correspondiente para la preparación e inicio de la guerra popular. Este es el principio que nos guía desde el 2009 en medio de una trayectoria de lucha de dos líneas y saltos hasta el presente.

¿Cuáles fueron las luchas de dos líneas y el avance en la especificación de la reconstitución?
El inicio. El inicio de la reconstitución en el 2009 fue resultado de nuestra participación en la lucha de clases, recordar las 300 personas detenidas para ubicarnos a nosotros. El inició se cumplió en lucha contra una línea liquidacionista de derecha que se opuso afirmando que el inicio fue resultado de reuniones teóricas, deseo de una persona que nunca se autocritica, que lo que decía todos hacían. Este liquidacionismo desarrolló infiltración, cuya responsabilidad fue de la ex URC, hoy “fracción roja”. Esta línea liquidacionista se opuso a difundir la tesis del capitalismo burocrático diciendo que las masas no la entenderían, pretendió diluir la dirección planteando que cualquiera puede conducir, negaba el papel de la dirección acusándonos de sectarios, de culto a la personalidad, que todos hacen lo que una persona dice. Negaba la destrucción del viejo Estado al plantear que “las masas pagan los errores y negligencia del Estado”. Así mismo afirmaba que en periodo de elecciones “a los gobiernos solo les importa el pueblo para mantenerse en el poder”, es decir, para este liquidacionismo las elecciones eran un medio para llegar al poder. Afirmaba que el problema de la tierra es un problema de forestales, y en lo ideológico planteaba “que a veces hay que ser flexible en los principios”. Este liquidacionismo que hoy se encuentra en las filas de “fracción roja”, participaba de ‘coordinadoras’ y de convocatorias hechas por falsos representantes del movimiento campesino mapuche, careciendo de un trabajo de masas específico. En un documento de nuestra nueva dirección, se planteó:
aquellos que en las reuniones tenían la timidez de un discípulo, la voz liviana de un rastrero y una falsa calidez fraternal hacia sus camaradas, mostraron su verdadera cara, sacaron sus banderas negras, se aliaron y buscaron destruirnos con pesimismo, abriéndole camino a revisionistas, a ideologías pequeñoburguesas, despreciando a las masas y defendiendo la doble vida del profesional exitoso que deja el trabajo de masas para el tiempo libre”.

Este liquidacionismo fue expulsado, iniciándose la I campaña de rectificación en torno al documento “Contra el liberalismo” del Presidente Mao. El año 2013, en una nueva lucha de dos líneas contra posiciones derechistas, que centraban en grupismo, definimos “Enarbolar a Recabarren y reconstituir su Partido Comunista en función de preparar e iniciar la guerra popular para la conquista del poder”, lo que en síntesis se expresa como: ¡Enarbolar y reconstituir!, ¡Preparar e iniciar! La lucha derivó en una II campaña de rectificación.
Las acciones propias. En la I escuela política del 2013, se planteó que el proceso de la reconstitución iniciado en el 2009, había sido impulsado por gentes provenientes del movimiento intelectual, que siendo la orientación de la reconstitución poner el campo como principal y la ciudad complemento, corresponde asumir el siguiente principio establecido por el Presidente Mao:
“Los intelectuales nada podrán llevar a cabo si no se integran con las masas obreras y campesinas. En último término, el criterio para distinguir entre los intelectuales revolucionarios y los no revolucionarios o los contrarrevolucionarios es ver si están dispuestos o no a integrarse con las masas obreras y campesinas, y si realmente lo hacen. Sólo éste es el criterio para distinguir a unos de otros, y no el que hablen de los Tres Principios del Pueblo o del marxismo. Un verdadero revolucionario es aquel que desea integrarse con las masas obreras y campesinas y realmente lo hace”.

A partir de este criterio se definió que como Partido en reconstitución nos basamos en impulsar las acciones de las masas y a su interior desarrollar acciones propias, simultánea y complementariamente; que en esta etapa de la reconstitución la acción propia complementa la acción de masas y no al revés. El sustento marxista que se planteó sobre las acciones propias fue y es el siguiente:
“El movimiento de allá, lo mismo que el de aquí y que el que se está desarrollando en las regiones mineras de Alemania, no puede hacerse con la sola prédica. Son los hechos los que deben machacar la cosa en las cabezas de la gente, pero el proceso será más rápido, desde luego, allí donde exista ya una sección organizada y teóricamente educada del proletariado”.
Engels

“Desarrollar acciones, siempre son los hechos de las masas, del pueblo: Cuando abre el surco es la acción que habla; cuando el yunque forja es la acción que habla; cuando los hombres investigan, sacan leyes, es la acción que habla; cuando manos armadas se alzan, es el pueblo que combate. Primero es el hecho y luego la idea, y esa idea te lleva a acción más alta cada vez. Somos reflejos certeros y justos de nuestra realidad.”
Presidente Gonzalo
Sobre este sustento proclamamos en la Conferencia internacional del 2014:
“Especificar más los planteamientos, desarrollarlos. Hoy no basta el llamamiento general, cumple su papel pero hay que avanzar un poco más.
      ¡Reconstituir con acciones propias los Partidos Comunistas aplastando al revisionismo!”

Las tres etapas. En la II Escuela Política del 2014, planteamos: Estamos en la primera revolución que es democrático nacional, y dentro de esta en el primer periodo de dos: el periodo de lucha no armada. En este periodo iniciamos la reconstitución del partido en el 2009, la misma que debemos esquematizar en tres etapas, porque toda contradicción tiene tres etapas en su proceso de comienzo a fin: el inicio, el desarrollo y el desenlace. Cronológicamente las tres etapas de la reconstitución se plantea sintetizarlas así:

En el I Encuentro interregional del Movimiento Juvenil Popular – MJP del 2016, se concluyó “buenos agitadores, malos organizadores”, “vacilación para dirigir y organizar”, de esta manera estaba configurándose un nuevo liquidacionismo.
Las cuatro condiciones. El año 2017, especificamos aún más la reconstitución planteando que para pasar de la primera a la segunda etapa, se deben cumplir cuatro condiciones mínimas: Primera, contar con línea política general y programa; segunda, sancionar una sistematización de ideas erróneas y desarrollar la respectiva campaña de rectificación; tercera condición, reajustar el desarrollo organizativo y cuarta, aprobar el esquema de trabajo de la segunda etapa. El nuevo liquidacionismo se presentó como oposición al tránsito hacia la segunda etapa, expresándose como liquidacionismo de izquierda, bajo la tendencia a encubrir las ideas derechistas con “izquierdismo”. Su expresión central fue el autoritarismo y la capitulación planteando que la masa no quiere luchar. En el plano político planteaba que no se comprende el capitalismo burocrático, cuando el problema no es de comprensión sino de posición. Sobre las acciones propias, centraban en acción y rehuían la campaña. En lo organizativo confundían partido con organismo generado. En cuanto a la dirección expresaban autoritarismo y oposición a que sin dirección no hay partido y sin partido no hay revolución. En la lucha de dos líneas, conciliación, pasar “de grandes luchas, a grandes conciliaciones”, no tratar al paciente, más bien liquidar con críticas. En el trabajo de masas, seguidismo de masas expresado como amiguismo, tildar a masa como reaccionaria por haber emitido una opinión incorrecta. No reconocer los tres sectores de la masa. Confundir trabajo de masas con hacer solo propaganda. Estilo de cliché en la propaganda. Confundir trabajo de masas con “acompañar”. Este liquidacionismo huyó de la lucha de dos líneas. Hoy nos encontramos en la III campaña de rectificación denominada “menos pero mejores tropas”. 

En síntesis, la reconstitución registra un gran avance en su especificación, en medio de dificultades y atravesando una situación compleja. En base a acciones propias, el salto a la segunda etapa cumpliendo las cuatro condiciones, es nuestra perspectiva inmediata. No basta predicar, hay que actuar; todo es cuestión de si quieres o no hacer la revolución. Rechazamos la posición expresada en el documento de los “once partidos” sobre los 26 años, en el que se dice que el problema del MCI es de comprensión del maoísmo, para nosotros es un problema de aplicación, es decir, de especificar la regla, el principio general, en tu realidad concreta. Llamamos a los activistas consecuentes y revolucionarios, a desarrollar lucha de dos líneas contra las ideas revisionistas del mencionado documento.

¡Viva la I Conferencia latinoamericana!
¡Que el maoísmo sea mando y guía de la revolución mundial!
¡Reconstituir los partidos comunistas en función de la guerra popular!

CR. Partido Comunista de Chile.
Chile, diciembre 2, 2018.